Por fin

España ha pasado de cuartos de una puñetera vez, y encima de la mejor forma posible: ganando a Italia, a la campeona del mundo y en los penalties, donde suelen hacerlo ellos, donde les duele más. Por fin el buen juego y el toque ha ganado al catenaccio de un equipo que no ha hecho nada y en ningún momento ha merecido la victoria. Por fin se ha roto el maleficio y España ha alcanzado las semifinales, donde nos espera Rusia. Ojo, que éstos ya le pintaron la cara a Holanda y están lanzados y son muy peligrosos. No nos creamos que porque les ganamos 4-1 en la primera fase va a ser pan comido. De todas formas, hoy es un día para celebrar que hemos pasado una eliminatoria, que no es casual.