Hasta siempre Paul
Al llegar a casa anoche recibimos el palo (aunque tristemente esperado) de la muerte de uno de los más grandes actores de la historia del cine: Paul Newman. Para siempre quedarán sus inolvidables interpretaciones en El golpe, La leyenda del indomable, Dos hombres y un destino, La gata sobre el tejado de zinc, El coloso en llamas, El color del dinero, Veredicto final, El buscavidas, Camino a la perdición... Y todavía se me escapan unas cuantas.
No sólo las películas quedarán para recordarle. Su afición por las carreras de coches (incluidas participaciones en las 24 horas de Indianápolis); la exitosa empresa de salsas que fundó; su envidiado matrimonio de más de 50 años con Joanne Woodward, sobre el cual llegó a decir en una ocasión la famosa frase: "para qué quiero hamburguesas fuera si en casa tengo el mejor bistec" (algo así). También fueron conocidas sus numerosos actos humanitarios y políticos, siempre en defensa de los derechos humanos y los más desfavorecidos.
Se nos ha ido uno de los más grandes. Si no el que más. Hasta siempre, ojos azules.
Se nos ha ido uno de los más grandes. Si no el que más. Hasta siempre, ojos azules.
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