
El estreno de esta serie venía precedido por la vitola de calidad que normalmente acompaña a las producciones de la
HBO (
Carnivale,
Hermanos de Sangre,
Los Soprano,
A dos metros bajo tierra,
Sexo en Nueva York...) y además por ser de
Alan Ball, responsable de A dos metros bajo tierra. Si bien en un principio el piloto no me enganchó y
Anna Paquin no es precisamente santa de mi devoción, con los siguientes episodios la serie está cogiendo buena pinta. Me gusta como están tratados los personajes, los diálogos y el tema vampiresco mezclado con el sur profundo de EEUU queda muy guapo. Además no se corta un pelo al mostrar sangre o sexo en pantalla. Ya se ha confirmado una temporada completa y esperemos que mantenga el nivel.
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